¿Estás In o Out?

¿Estás In o Out?

Es claro que la comunicación y el lenguaje están íntimamente relacionados pero no sólo se necesita saber hablar el idioma para comunicarnos sino que tenemos que formar parte de una comunidad de hablantes para darle significado a las interacciones. Es por ello que desde muy pequeños desarrollamos la competencia comunicativa, ¿pero qué significa esta competencia? Significa compartir e interpretar conocimiento incluyendo códigos lingüísticos y paralingüísticos, no verbales, significados pragmáticos y estrategias comunicativas en un contexto espacial e histórico determinado.

Veamos los factores que determinan que estemos in o out de algún grupo de habla:

1.Códigos Lingüísticos: Son las características del idioma relacionadas intrínsecamente con las palabras y su función como la sintaxis, la gramática, el vocabulario, la fonética.

2.Códigos Paralingüísticos: Las características del idioma que acompañan a las emisiones propiamente lingüísticas como el tono de voz, la entonación. Por ejemplo, una oración puede ser transformada en una pregunta con sólo cambiarle la entonación. Dentro de las comunidades del habla se encuentran grupos culturales que comparten una serie de expresiones o vocabulario especial. Por ejemplo, en Starbucks tienen una forma determinada de llamar a sus cafés. Parte de la experiencia es pedir un café con el nombre que ellos le dan, o usar el nombre de ‘tall” para el tamaño de café más chico que se ofrece en la carta es formar parte de esa comunidad de lenguaje.

3.Códigos Extra-linguisticos o No Verbales: Éstos representan los gestos, miradas, espacio corporal, el uso del silencio o la pausa. En fin, hábitos relacionados con la cultura que no están relacionados con las palabras pero que hacen a la comunicación e interacción en el día a día y de acuerdo al contexto donde se realicen. Uno de los ejemplos está en el modo de saludarse. En Argentina en un contexto de amigos o familia se usa darse un beso para decir hola cuando en otros países esto puede ser un insulto o generar incomodidad ya que se está ‘invadiendo’ el espacio del otro. Eso se llama ‘proximidad’ y en cada cultura hay interpretaciones distintas con respecto al espacio.

4.Contexto e interpretación: Es importante tener en cuenta que para transmitir un mensaje no sólo las palabras y la manera de decirlas cuentan. Una misma oración puede interpretarse de formas diferentes según el contexto. Un profesor tomando examen en su clase puede decir la oración ‘Vamos, ya es la hora’ lo que se interpreta como ‘Terminen el examen que ya se acabó el tiempo’ y un director de teatro puede decir la misma frase a sus actores queriendo decir ‘Ya es hora de empezar la obra’. Esto quiere decir que hay un nivel de interpretación que va más allá de las palabras. Los miembros de una comunidad pueden interpretar signos y formas de actuar relacionadas y eso influye en la comunicación. No usarías el mismo lenguaje para pedirle que baje el volumen de la música a un amigo que a tu jefe. La comunicación por lo tanto va a variar tanto varíe la persona, el lugar, y el contexto en general en el que se de la interacción. Las metáforas también son ejemplo de cómo la cultura y el contexto se usan para interpretar el mensaje. El proverbio en español ‘Mas vale pájaro en mano que cien volando’ se traduce al inglés como ‘a bird in the hand is worth two in the bush’ que literalmente significa ‘un pájaro en la mano vale más que dos en en el arbusto’. Hay una exageración por parte del español – noventa y ocho veces más que en el inglés – que denotan tendencias de un marco de referencia culturalmente distinto (valores como el colectivismo o la forma indirecta de hablar).

5.    Estrategias comunicacionales: para poder comunicarnos es necesario aprender estrategias y desarrollar habilidades para iniciar, mantener y terminar interacciones con los demás. Desde pequeños aprendemos estas características de las interacciones de forma sistemática, pero inconsciente, sobre cómo pedir permiso, interrumpir, acotar información, etc. Los participantes de las conversaciones tienen que manejar bien esos códigos – especialmente tener bien en claro la eficiencia sobre cómo usarlos y en qué momento para lograr transmitir el mensaje que quieren transmitir. Por ejemplo, en ciertos contextos académicos está aceptado el uso de la mano en alto para pedir permiso para hablar pero en contextos informales esto no sería una opción tan efectiva como el uso de palabras, interrupciones o miradas.

Ahora que sabemos más sobre la complejidad de la comunicación y su relación intrínseca con la comunidad de hablantes, reflexionemos… ¿Alguna vez te sentiste frustrado al no entender un chiste o poder seguir una conversación en el idioma que estás aprendiendo? ¿Alguna vez interpretaste mal una consigna y te sentiste incómodo? ¿En qué comunidades de habla te sentís más integrado? ¿Por qué?

Entendernos con el otro supera el nivel de las palabras, hay un contexto que tener en cuenta, un sentimiento de pertenencia al grupo de hablantes y su cultura. Cuando hablamos de competencia comunicativa intercultural hablamos de interacciones que pasan en contextos en los que no estamos acostumbrados o que están ´fuera´ de nuestro contexto cultural.

El desafío entonces está en redefinir códigos, resignificar experiencias, intercambiar interpretaciones. Es en esa interacción que nos sentimos un poco IN (dentro) y un poco OUT (fuera), pero es esa práctica misma la que necesitamos para consolidarnos y seguir formando parte de nuestro grupo cultural.

Maria Inés Quiroga Valladares
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