Diversidad e Inclusión en el ámbito laboral.

diversidad e inclusion

La diversidad juega un papel clave en el éxito de cualquier organización. Sin embargo, la inclusión de de la Diversidad Cultural en la mesa de trabajo; diferentes orientaciones sexuales, religiosas, diferentes etnias, géneros, intereses personales, etc., puede ocasionar que muchos de los empleados se sientan incómodos a causa de su falta de preparación para comprender las diferencias y su incapacidad de incluirlas y gestionarlas día a día en su trabajo

Contenidos:

  1. Comprender las conexión entre la creación de un ambiente laboral inclusivo y el logro de objetivos empresariales y aprender a transmitirla
  2. Tener un espacio de discusión y reflexión sobre la Diversidad y la Inclusión
  3. Compartir buenas prácticas de D & I a nivel organizacional

Facilitador: Shirley Saenz.  Shirley Saenz es socia consultora intercultural en ICEBERG Cultural Intelligence, firma líder en el desarrollo de Inteligencia Cultural en América Latina, y presidente de la asociación SIETAR Argentina (Society for Intercultural Education, Training and Research). Tras haber vivido y trabajado en países como Argentina, Colombia, Francia, China, Estados Unidos, Brasil y Argentina, y haberse especializado en el desarrollo de competencias interculturales en el Institute of Intercultural Communication de Portland, Oregon; Shirley ha trabajado activamente en el campo intercultural con multinacionales presentes en América Latina y en diferentes industrias, brindando entrenamiento intercultural a equipos globales, directivos y profesionales con alta exposición internacional..

Fecha: 13 de Noviembre de 2014

Educando y capacitando a audiencias interculturales

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En un mundo diverso y globalizado de manera cada vez más frecuente nos enfrentamos al desafío de preparar capacitaciones o clases para audiencias donde la diversidad es un factor clave. Ante esto, los capacitadores -tanto en la educación formal como la no formal- debemos estar preparados para comprender esta diversidad, nuestro posicionamiento subjetivo y lograr que los contenidos sean comprendidos e internalizados por la audiencia.

Objetivos:

  1. La importancia del autoconocimiento al trabajar con audiencias interculturales.
  2. Diferencias culturales a tener en cuenta al momento de capacitar.
  3. Distintas formas de aprendizaje y herramientas al momento de armar las clases o sesiones de capacitación.

Facilitador:  Julia Taleisnik.  Julia es Psicóloga y trainer en AFS Programas Interculturales donde ha facilitado en eventos y capacitaciones locales, regionales e internacionales, desde la perspectiva de la interculturalidad. Su interés por la interculturalidad se ha plasmado en su labor voluntaria en AFS, donde trabaja con la diversidad cultural para lograr un mejor entendimiento y cercanía entre culturas.  Perfil de Linked-In.

Fecha: 9 de Octubre de 2014

*Esta actividad de formación interna es sólo para miembros institucionales

Webinar: Ser TCK/Niño de Tercera Cultura

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«Ser TCK: Cuando la comunicación intercultural es tu principal herramienta de comunicación». 

Contenidos:

  1. Que es un TCK?
  2. Desafíos de ser un TCK?
  3. Ventajas de ser un TCK?
  4. Donde se posiciona un TCK en el mundo profesional?
  5. Vivimos cada vez más en un mundo de TCKs

Facilitador: Esther-Marie Merz.  Esther-Marie has been building bridges between cultures for many years and will continue to do so for years to come. Having lived in Pakistan and in the African countries of Bénin, Kenya and Madagascar, Esther-Marie was brought up bi-lingually and feels at home in the German and French culture. She worked as a journalist in Germany, France, the U.S.A., and South America for more than ten years and currently works at the Swiss Embassy in Lima, Peru. As a german cross-cultural-Coach and Facilitator living in Lima, Esther-Marie is delighted to bring people together in building and realizing their business in South- America.  Perfil de Linked-In.

Fecha: Sábado 6 de Septiembre a las 10:00 hrs. (Buenos Aires)

Inteligencia Emocional Intercultural

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En los últimos años, merced a descubrimientos de las neurociencias que nos permiten comprender mejor la relación entre nuestro mundo mental y emocional, el concepto de inteligencia emocional ha cobrado relevancia para el desarrollo personal, la educación y el bienestar humanos.  ¿Cuál es la relevancia específica de la inteligencia emocional aplicada a la comunicación entre diferentes culturas?  

Contenidos:

  1. ¿Qué es inteligencia emocional?
  2. Hablaremos de conceptos sencillos de psicofisiología que iluminan nuestra comprensión de las experiencias emocionales. El ciclo de contacto del darse cuenta. El modelo SPIA.
  3. ¿Qué son las diferencias entre pensamiento y sentimiento?  Inteligencia emocional individual y vincular.   Diferencias intraculturales e interculturales. Nuestros Muppets internos.
  4. El dialogo interior entre nuestros pensamientos y nuestros sentimientos, debería ser nuestra primera experiencia de “aprendizaje intercultural interna”.  Memoria emocional, identidad y cambio.  Identificación de recursos.
  5. Desafíos emocionales que nos presenta la experiencia intercultural: ¿cómo gestionarlos para aprovecharlos y crecer emocionalmente?
  6. Tips para que los mundos emocionales de las personas que se ponen en contacto en un vínculo intercultural, puedan relacionarse más adaptativamente.

Facilitador: Alejandra Ferrerio.  Alejandra es  Licenciada en Psicología, psicoterapeuta, experta en transculturalidad y salud mental, y EMDR Practioner.  Se dedica a la clínica de adultos en situación de migración y parejas interculturales, acompañando el proceso de adaptación de  extranjeros que viven en Argentina (por Skype o personalmente en su consultorio), y también consultantes de habla hispana que están haciendo su proceso de adaptación en otros países. Cree que la Inteligencia Emocional es una habilidad clave para favorecer el desarrollo humano en un entorno intercultural.

Fecha: 17 de Septiembre de 2014

*Esta actividad de formación interna es sólo para miembros institucionales.

 

Alumbremos nuestro aprendizaje intercultural

Otro mundial acaba de partir. Dentro de un marco deportivo, en este caso, permanentemente se mostraron imágenes de tantas culturas entrelazadas.  La interculturalidad cobro vida plena y se presentó ante nuestros ojos en “vivo y en directo” durante un mes.

Sin embargo, todos sabemos que la interculturalidad no sólo se da cada cuatro años. Muchos la vivimos casi en forma cotidiana de distintas maneras y en distintos escenarios  Hoy en día, son muchas las oportunidades y los contextos que nos brindan la posibilidad de disfrutar de un diálogo intercultural también permanente: ámbitos laborales, educativos, familiares, sociales. Las nuevas tecnologías, además, nos permiten conectarnos globalmente todo el tiempo. Aquellos que contamos con las herramientas tecnológicas necesarias hasta «traspasamos» fronteras sin salir siquiera de nuestros hogares.

Ahora bien,  ¿Estamos realmente preparados para «vivir» el diálogo intercultural? ¿Sabemos “comunicarnos” y “comprendernos” entre culturas o necesitamos formarnos en la interculturalidad?  De ser así, en que momento deberíamos iniciar el proceso de aprendizaje intercultural? Cuándo tendríamos que comenzar a «prepararnos»?

Muchos interrogantes que nos invitan a reflexionar. Las respuestas pueden ser tan amplias como diversas las miradas. Sin embargo,  existe una realidad indiscutible: el hecho de que, en los últimos años, los estudios interculturales han ganado espacio en función de las necesidades de este siglo: profesionales y estudiantes globales, familiares y amigos que se convierten en “ciudadanos del mundo”, …images

El Impacto de  la transculturalidad hace que constantemente exista esa búsqueda de flexibilidad mental, de apertura y de sensibilidad cultural para saber y poder adaptarnos cuando diferentes culturas se dan la mano; para comprender, respetar y valorar la «totalidad” inherente a toda cultura, desde lo «observable» hasta esos otros aspectos que no vemos a simple vista sino que vamos descubriendo a medida que nos adentramos en su iceberg.

Si nos educamos en la interculturalidad, iremos encontrando diferencias y aprendiendo de ellas, las entenderemos mejor y, así, iremos derribando barreras interculturales, desdibujando prejuicios, quitando el “velo anestesiante” a estereotipos e imágenes  cristalizadas y abriendo las puertas a ese diálogo fluido entre culturas que buscamos.

Cuando nos educamos  en la interculturalidad, permitimos que nos enriquezcan y nos enriquecemos, que nos descubran y, a su vez, descubrimos y nos descubrimos  e iluminamos  otras miradas, las que, a su vez, iluminan la nuestra.

Cuando nos educamos en la interculturalidad, ayudamos a tender puentes para lograr un mundo mejor vinculado, con lazos que nos hermanen y, al mismo tiempo, hacemos que nuestro mundo alcance mayor trascendencia y dimensión.

De hecho, a medida que logramos traspasar fronteras interculturales ¿acaso no traspasamos también nuestros propios límites, nuestras propias diversidades y fronteras y vamos reconstruyendo nuestra identidad?

Alumbremos, entonces, nuestro aprendizaje intercultural e iniciemos ese “camino del interculturalista” que nos hará recorrer lugares increíbles, encontrar espacios y personas que nos iluminarán en la diversidad y  puntos de apoyo que nos fortalecerán y harán que contemos con más herramientas cuando se nos presenten el desafío y la aventura de convivir  con diferentes culturas.

No esperemos a otro mundial para iniciar el trayecto de ese camino. Tratemos de darnos la oportunidad de recorrerlo pronto. Nos sorprenderemos a cada paso.

Mariela Kaddour

Mas allá del Mundial

Por Michelle Kort*

Sumergirse en una cultura desconocScreen shot 2014-06-20 at 4.08.22 PMida. Mezclarse con su gente. Aprender un poco de su idioma y compartir algunas de sus costumbres. Bailar al ritmo de su música, saborear su comida. ¿Sentiste alguna vez, en el proceso de aprender y experimentar una cultura, que la cultura misma te bañó de cuerpo entero y cambió una parte de quien eras?

Entre el furor de este mundial, y a medida que nos acercamos al partido de Argentina con Irán, me ha inundado una nostalgia increíble por una cultura que me abrió su corazón de par en par cuando viví en Estados Unidos. Puedo imaginar a mis amigos iraníes reunidos delante del televisor, ansiosos, inquietos. Visualizo sus expresiones y presiento sus expectativas. Fantaseo con la comida que llevarán al encuentro: ensalada Olivier (con papas, pollo y mayonesa), mast-o-khiar (yogurt con especias), kashk bademjan (plato de berenjenas), y queso feta con barbari u otro tipo de pan. Si alguno de mis amigos logró hacer a un lado el estudio para dedicarse a la cocina por varias horas, puede que un plato de kabob (brocheta de carne), kubideh (carne picada con especias) o khoresht (guiso) también forme parte del festín. Quizás las chicas no estén vestidas de punta en blanco para este evento como suelen estarlo, pero seguramente se maquillarán a la perfección. ¡Nunca me veré tan espléndida como lo hacen ellas! Por parte de los hombres, anticipo los chistes que serán dirigidos hacia a mí –la única argentina y no iraní del grupo – respecto al resultado del partido. Escucho sus voces y casi puedo adivinar algunos de los cantitos que cantarán para alentar a su equipo una vez adentrados en el partido.

Y es que hace aproximadamente seis años que los conozco. Hace seis años abrí mi corazón a uno de ellos y a través de él se dio esta increíble aventura y experiencia de ser adoptada, cálida y amorosamente, por una comunidad de hombres y mujeres iraníes, en su mayoría estudiantes de la universidad en donde hice mi carrera de grado. Ahora en Argentina, extraño esa cultura, ese grupo de individuos intelectuales pero sumamente humildes a quienes el deseo de mejorarse académica y profesionalmente los llevó a miles de kilómetros de su tierra natal, de sus familias y amigos. Ese grupo de personas que bajo la imagen estereotipada de su nación a veces duda al momento de revelar su nacionalidad; a veces nombraScreen shot 2014-06-20 at 4.14.03 PMn a su país y contienen la respiración por un momento, no sabiendo bien cuál será la reacción de su interlocutor.

Extraño su generosidad, sus sonrisas, su apreciación por la vida. Extraño la familiaridad del backgammon en las reuniones de fin de semana; la presencia de los frutos secos y las nueces como aperitivo complementario para casi cualquier hora. Y por supuesto extraño el chai (té), tan compañero de los iraníes como el mate lo es para los argentinos. Son tantos los recuerdos gratos: de personas, comidas, objetos, sonidos, melodías, olores, imágenes. Sabía que los iba a extrañar pero creo que no anticipaba esta nostalgia, este espacio vacío que siento en mi corazón como si hubiera perdido una parte de mí misma, de mi propia identidad.

Este sábado 21 de Junio alentaré al equipo argentino; pero estaré pensando en todos ellos –mis queridos amigos iraníes – deseando estrecharles la mano fuertemente y agradeciendo a la vida la oportunidad que me dio de conocerlos… más allá del fútbol.

*De padre argentino y madre estadounidense, Michelle Kort ha vivido su vida dividida entre dos países. Luego de terminar la escuela secundaria en Argentina, Michelle se mudó a EE.UU., donde hizo su carrera de grado y trabajó en el ámbito universitario. Durante ese período de su vida, Michelle conoció a estudiantes de todas partes del mundo y aprendió sobre culturas que hasta ese momento habían sido completamente desconocidas para ella. El siguiente artículo es un reflejo de ello.

¿Querés saber más sobre Irán?

El fútbol en Irán, su relación con la sociedad y la cultura

Cinco claves para entender Irán

Es un sentimiento

El Mundial de fútbol llegó y todos los argentinos nos ponemos muy, muy contentos. Todos, aún aquellos que difícilmente podrían explicarle a alguien qué es un offside, somos captados por el espíritu mundialista que se apodera de las pantallas, las calles, las tiendas, la indumentaria y los temas de conversación. Los argentinos nos sentimos ansiosos, nerviosos, expectantes… y más argentinos que nunca. O al menos, eso nos dicen muchos spots publicitarios.

En el libro “Hinchadas”, Conde hace un poco de historia. En los años 50, el fútbol comienza a ser entendido como el deporte popular, es decir, el deporte de todos. Y por ser de todos, el fútbol se vuelve ineludiblemente maravilloso. Años más tarde, utilizado por los gobiernos de facto para lograr la unión de todos los argentinos, el fútbol nos junta aún en el momento de mayor fractura nacional. Pero es a partir de los años 90 y se mantiene hasta el día de hoy, que el rasgo que distingue al fútbol argentino es la pasión. La pasión es ese sentimiento incontrolable, puro, cuasi animal, que no entiende de razones, que sólo responde a lo más instintivo y honesto… al corazón.

Alrededor de esta idea se desarrollan algunos de los comerciales más memorables:

Una marca de productos electrónicos muestra situaciones cotidianas en las que se comunican usando metáforas del fútbol y sintetiza: “Amás el fútbol, amás Argentina”.

Otro comercial habla de “Inflar las redes de los otros, inflar el pecho de los nuestros”, es decir, de hacer goles en el arco contrario y sentirse orgullosos de eso.

Las leches maternizadas tampoco pierden oportunidad: con las mamás de los más grandes jugadores de la Selección contando cómo eran cuando eran niños pequeños, el slogan reza: “Gracias por alimentar tanta pasión”.

Otro muestra a los argentinos admirando costumbres y estilo de vida de otros países. Luego, en contraposición, muestra a personas de otros de distintas nacionalidades conversando sorprendidos y sin entender acerca del modo en que los argentinos juegan, viven y aman el fútbol. ¿La explicación? “Es cultural”.

La idea de que “Dios es argentino” se materializa en un spot en el que la voz del Todopoderoso le habla directamente al pueblo argentino y se confiesa responsable de algunas intervenciones pasadas para ayudar al equipo a ganar, pero se desliga totalmente de cualquier responsabilidad en las jugadas magistrales que han hecho historia. Eso es obra y gracias de… los (jugadores) argentinos.argentina mundial

“Y bendito ese momento que nos regala el fútbol, de poder cambiar nuestro destino y sentir otra vez y frente al mundo Lo glorioso y lo groso que es ser argentino”. Con estas líneas finaliza otro de los spots. Porque los argentinos pueden hacer muchas cosas mal… pero en el fútbol son los mejores.

Al compás de la canción “No me arrepiento de este amor” se muestran situaciones cotidianas de la vida en las ciudades argentinas mientras se juega el Mundial: gente improvisando un bar en una esquina para ver los partidos, las mascotas vistiendo la camiseta, peregrinos cumpliendo promesas, empleados que mientras hacen su trabajo, tienen la vista en la televisión. Nadie escapa.

Otro muestra a hombres comunes, jugando torpemente entre amigos y en canchas improvisadas, sin habilidad ni estado físico, pero con el compromiso y las mismas ganas que si jugaran el Mundial. No importa quiénes son los jugadores porque, jugador o hincha, durante el Mundial todos son argentinos.

“Se van a encontrar con un país que no duerme. Se van a encontrar con un pueblo que inventó algo mejor que el fútbol… el amor al fútbol.”, advierte un comercial a los jugadores de otras selecciones.

¿Cómo son los argentinos? ¿Cómo se dice que son? Numerosos artículos se han escrito; otras tantas investigaciones se han realizado, pero cuando se trata de representar a los argentinos durante el Mundial de fútbol la ecuación es muy simple:

El deporte de todos los argentinos es el fútbol. El fútbol es pasión. La pasión no entiende de razones. Los argentinos sienten pasión por el fútbol y eso es un sentimiento que, como dice una de las canciones más conocidas de la hinchada, no puede parar.

 

Lucia Alfonso

¿Estás In o Out?

¿Estás In o Out?

Es claro que la comunicación y el lenguaje están íntimamente relacionados pero no sólo se necesita saber hablar el idioma para comunicarnos sino que tenemos que formar parte de una comunidad de hablantes para darle significado a las interacciones. Es por ello que desde muy pequeños desarrollamos la competencia comunicativa, ¿pero qué significa esta competencia? Significa compartir e interpretar conocimiento incluyendo códigos lingüísticos y paralingüísticos, no verbales, significados pragmáticos y estrategias comunicativas en un contexto espacial e histórico determinado.

Veamos los factores que determinan que estemos in o out de algún grupo de habla:

1.Códigos Lingüísticos: Son las características del idioma relacionadas intrínsecamente con las palabras y su función como la sintaxis, la gramática, el vocabulario, la fonética.

2.Códigos Paralingüísticos: Las características del idioma que acompañan a las emisiones propiamente lingüísticas como el tono de voz, la entonación. Por ejemplo, una oración puede ser transformada en una pregunta con sólo cambiarle la entonación. Dentro de las comunidades del habla se encuentran grupos culturales que comparten una serie de expresiones o vocabulario especial. Por ejemplo, en Starbucks tienen una forma determinada de llamar a sus cafés. Parte de la experiencia es pedir un café con el nombre que ellos le dan, o usar el nombre de ‘tall” para el tamaño de café más chico que se ofrece en la carta es formar parte de esa comunidad de lenguaje.

3.Códigos Extra-linguisticos o No Verbales: Éstos representan los gestos, miradas, espacio corporal, el uso del silencio o la pausa. En fin, hábitos relacionados con la cultura que no están relacionados con las palabras pero que hacen a la comunicación e interacción en el día a día y de acuerdo al contexto donde se realicen. Uno de los ejemplos está en el modo de saludarse. En Argentina en un contexto de amigos o familia se usa darse un beso para decir hola cuando en otros países esto puede ser un insulto o generar incomodidad ya que se está ‘invadiendo’ el espacio del otro. Eso se llama ‘proximidad’ y en cada cultura hay interpretaciones distintas con respecto al espacio.

4.Contexto e interpretación: Es importante tener en cuenta que para transmitir un mensaje no sólo las palabras y la manera de decirlas cuentan. Una misma oración puede interpretarse de formas diferentes según el contexto. Un profesor tomando examen en su clase puede decir la oración ‘Vamos, ya es la hora’ lo que se interpreta como ‘Terminen el examen que ya se acabó el tiempo’ y un director de teatro puede decir la misma frase a sus actores queriendo decir ‘Ya es hora de empezar la obra’. Esto quiere decir que hay un nivel de interpretación que va más allá de las palabras. Los miembros de una comunidad pueden interpretar signos y formas de actuar relacionadas y eso influye en la comunicación. No usarías el mismo lenguaje para pedirle que baje el volumen de la música a un amigo que a tu jefe. La comunicación por lo tanto va a variar tanto varíe la persona, el lugar, y el contexto en general en el que se de la interacción. Las metáforas también son ejemplo de cómo la cultura y el contexto se usan para interpretar el mensaje. El proverbio en español ‘Mas vale pájaro en mano que cien volando’ se traduce al inglés como ‘a bird in the hand is worth two in the bush’ que literalmente significa ‘un pájaro en la mano vale más que dos en en el arbusto’. Hay una exageración por parte del español – noventa y ocho veces más que en el inglés – que denotan tendencias de un marco de referencia culturalmente distinto (valores como el colectivismo o la forma indirecta de hablar).

5.    Estrategias comunicacionales: para poder comunicarnos es necesario aprender estrategias y desarrollar habilidades para iniciar, mantener y terminar interacciones con los demás. Desde pequeños aprendemos estas características de las interacciones de forma sistemática, pero inconsciente, sobre cómo pedir permiso, interrumpir, acotar información, etc. Los participantes de las conversaciones tienen que manejar bien esos códigos – especialmente tener bien en claro la eficiencia sobre cómo usarlos y en qué momento para lograr transmitir el mensaje que quieren transmitir. Por ejemplo, en ciertos contextos académicos está aceptado el uso de la mano en alto para pedir permiso para hablar pero en contextos informales esto no sería una opción tan efectiva como el uso de palabras, interrupciones o miradas.

Ahora que sabemos más sobre la complejidad de la comunicación y su relación intrínseca con la comunidad de hablantes, reflexionemos… ¿Alguna vez te sentiste frustrado al no entender un chiste o poder seguir una conversación en el idioma que estás aprendiendo? ¿Alguna vez interpretaste mal una consigna y te sentiste incómodo? ¿En qué comunidades de habla te sentís más integrado? ¿Por qué?

Entendernos con el otro supera el nivel de las palabras, hay un contexto que tener en cuenta, un sentimiento de pertenencia al grupo de hablantes y su cultura. Cuando hablamos de competencia comunicativa intercultural hablamos de interacciones que pasan en contextos en los que no estamos acostumbrados o que están ´fuera´ de nuestro contexto cultural.

El desafío entonces está en redefinir códigos, resignificar experiencias, intercambiar interpretaciones. Es en esa interacción que nos sentimos un poco IN (dentro) y un poco OUT (fuera), pero es esa práctica misma la que necesitamos para consolidarnos y seguir formando parte de nuestro grupo cultural.

Maria Inés Quiroga Valladares

Mejor dilo con un cuento

storyworldHay cuentos populares que tienen vida eterna, que durante siglos y siglos han pasado de boca en boca por nuestros ancetros, y que hoy narramos a nuestros alumnos, hijos y amigos.  Son cuentos que transmiten valores y filosofías de vida.  Que nos enseñan las lecciones aprendidas en el pasado para que seamos mejore personas en el presente y en el futuro.

Y por supuesto, cada sociedad, cada grupo cultural, tiene sus propios cuentos.  Los que han surgido de su propia historia y de sus creencias, y los que manifiestan la máxima expresión de su ser.  Particularmente no encuentro mejor manera de comprender las diferencias culturales, y de enseñar sobre éstas, que haciéndolo a través de los cuentos populares, ya que nos permiten ver las cosas desde otra perspectiva y alcanzar una mejor compresión acerca de la manera que piensan y actúan las personas do otras culturas.

Por ejemplo, «The LIttle Engine that Could» (el trencito que pudo), es un cuento para niños muy popular en los Estados Unidos que nos enseña sobre el valor del optimismo y el esfuerzo a nivel individual.  «No importa cuántos obstáculos encuentres, cree siempre en ti mismo y en tu capacidad para superarlos». De ahí que tanto escuchemos el popular «Yes, I can» o «yes, you can».

Historias como el «Viejo hombre que mueve la montaña» o «El sapo que se convierte en emperador», dos cuentos populares de China, nos enseñan el valor de la sabiduría, de la experiencia, del respeto a los ancestros y del cuidado de la familia generación tras generación.

Estas historias son además una excelente forma de construir puentes entre grupos culturales distintos, ya sea en un contexto académico o laboral, pues las diferencias se ven vencidas por la curiosidad y la predisposición a escuchar los cuentos y los valores del otro.

«El conejito verde», una historia muy popular que se cuenta a los chicos en México, transmite el valor del respeto hacia los padres, la obediencia y el sacrificio para lograr lo que queremos o para que nos vaya bien en la vida.  Y a su vez enfatiza el castigo de no tener en cuenta dichos valores.  También nos enseña que la naturaleza y sus dioses tienen un impacto en nuestra vida.

¿Qué has aprendido de los cuentos populares de otras culturas?,  ¿Como has aplicado ese conocimiento?

Shirley Saenz

El último lugar donde esperaría tener un shock cultural

El concepto del shock cultural es bastante familiar entre interculturalistas y personas que han viajado alguna vez a otro país. Por lo general, suele existir suficiente consciencia sobre sus consecuencias reales en los expatriados, sus familias y las organizaciones involucradas en el proceso. Por esta razón, cada vez es más común tomar medidas concretas para revertir, o al menos mitigar el shock cultural: desde evaluación de candidatos, a entrenamiento cultural, coaching, etc.

Sin embargo, muy poca atención se ha prestado a cuestiones culturales cuando las organizaciones reubican a empleados dentro de un mismo país. Y no es que el shock cultural doméstico sea algo desconocido. Los desafíos que puede enfrentar un pueblerino repentinamente trasladado a la gran ciudad de Buenos Aires, sólo pueden compararse con los de un citadino mudándose a un humilde poblado rural. De hecho, el shock cultural doméstico suele tratarse más como un chiste que como un problema real. ¿O acaso nunca has escuchado bromas de tus colegas con el santiagueño, cordobés o correntino que acaba de llegar a Capital Federal? El tema es más sensible de lo que aparenta, porque, como si se tratase de un expatriado internacional, también tiene el potencial de hacer fracasar la reubicación.

choque-culturalLamentablemente, aunque aún no existen estudios numéricos sobre las asignaciones domésticas fracasadas por cuestiones de shock cultural, los comentarios y anécdotas de clientes y expatriados internos demuestran su existencia.

El shock cultural es el fenómeno psicológico y fisiológico que ocurre cuando los individuos conviven con diferencias culturales que desafían sus creencias, sus expectativas y hasta su identidad. Y este fenómeno es real tanto para mudanzas dentro de un país como fuera de este. En ambos casos el reubicado puede encontrarse con diferencias en creencias, conductas, actitudes y protocolos.

El shock cultural doméstico tiene más posibilidades de crecer si la mudanza conlleva la combinación de varios elementos que implican diferencias, tales como: geografía (ej: de norte a sur o del mar hacia las montañas) y economía (ej: de área rural a urbana). Entonces, un traslado de algún pequeño pueblo de Formosa a Buenos Aires, demandará ajustes significativos. Y al igual que el shock cultural internacional, si los asignados son acompañados por su familia, los efectos se incrementan exponencialmente, ya que cada miembro de la familia estará experimentando sus propios desafíos culturales.

Paradójicamente, el shock cultural internacional es más agudo en lugares que aparenten ser relativamente familiares. ¿Por qué? Porque el alcance y escala de las diferencias en estos lugares “familiares” es mucho más que la esperada. Si uno no espera encontrar diferencias, muy raramente se preparará adecuada mente para enfrentar diferencias inexistentes. El resultado suele ser catastrófico. Algo similar sucede con las reubicaciones domésticas. Mientras la similitudes lingüísticas y culturales son más predominantes en las mudanzas domésticas, de alguna maneras nos ciegan sobre el impacto de las diferencias que existen y que podrían ser hasta más profundas que en el exterior.

La mejor manera de describir este trastorno nacional es “sorpresa cultural”. Incluso las diferencias más pequeñas son capaces de generar estrés. Y es hora de admitir que las personas en un mismo país no son iguales y que puede resultar muy costoso para la organización si no gestionan estas diferencias de manera adecuada.

Marcelo Baudino