El entendimiento del otro a partir de las pequeñas cosas cotidianas

El mundo nos enfrenta a desafíos todos los días, y hoy a los que nos dedicamos a mirar el mundo desde la interculturalidad  ( y a todos) nos invita a desafiar los clichés y, como dice el título de nuestro congreso de SIETAR Argentina este año, a ir más allá de las polaridades y contradicciones.

Mirar el mundo desde la perspectiva de la diversidad nos obliga a:

  1. No juzgar. Observar y describir, sin juicios de valor o verdades absolutas.
  2. Pararnos frente a la realidad desde una perspectiva crítica, incluso a nuestras propias concepciones de las cosas.
  3. Mirar lo cotidiano con asombro y admiración como dirían los ingleses (“with awe”)  y en ese maravillarnos con lo cotidiano encontrarnos con quienes somos.

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¿Cuán diversa es tu vida?

Autora: Julia Taleisnik

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Hoy escuchamos con frecuencia la palabra diversidad. La gente, los medios, las publicidades hablan de este tema, pero tengo la sensación que cuando un concepto está en boca de todos en todo momento, muchas veces pierde fuerza. Esto me pasa hoy con la  diversidad, del que aparentemente todos hablan pero no estamos seguros cuántos llevan a la práctica.

Según el diccionario de Merriam-Webster, la diversidad es la cualidad o el estado de tener diferentes formas, tipos, ideas, etc. El estado de tener personas que son de diferentes razas o que tienen distintas culturas en un grupo u organización”. Bastante amplia la definición, ¿no? Si entendemos a la diversidad como el estado de mostrar diferencias, puede generar temor porque pareciera separar en vez de unir. Pero no necesariamente tiene esa función la diversidad. También entendemos que existen múltiples diversidades: de nacionalidad, de edad, de género, de clase, de orientación (o preferencia) sexual, de religión, de ideología política, de intereses, de habilidades, de estilos de vida, de educación, de profesión, entre muchísimas otras. La dificultad de mencionar todas las diversidades que existen es la misma que nos convoca cuando nos preguntamos ¿cuán diversa es mi vida? Por eso es mejor comenzar preguntándonos por ¿cuáles son las diversidades en mi vida? Sigue leyendo

Una brasileña en Argentina: «Buenos Aires, de a un helado por vez»

Después de vivir casi cuatro años en Buenos Aires, Yohana de Andrade se despide de nosotros. Miembro de Sietar Argentina, relata con sangre paulista las diferentes etapas de su choque cultural.


Solamente un helado de maní con remolacha sería lo suficiente. Pero cuando la moza del restaurante me ofreció otro más, lo acepté: fue la primera vez que me dí cuenta que nunca más volvería a aquel lugar.

Esto es despedirse de una ciudad: darse cuenta que después de casi 4 años en Buenos Aires, llegó el momento de irse. Si esto no es una motivo para tomar (más) helados, yo no sé qué más puede ser.

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Heladería Gruta y el mejor helado de dulce de leche granizado de Buenos Aires: un estudio de caso

Cómo brasileña nacida en San Pablo, sería de esperarse un texto comparando las ciudades, hablando de países hermanos y entrelíneas de clichés. No. Jamás.

Este texto es una carta de amor, de despedida: una manera de expresar como la adaptación cultural puede volverse en una relación amorosa entre una inmigrante y su ciudad de elección.

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Aprendiendo sobre Aotearoa

María Inés Quiroga es Profesora Universitaria de Lengua y Cultura Inglesa de la UNCuyo (Mendoza, Argentina) y tiene una Maestría en Comunicación Intercultural de la Universidad de Maryland, Baltimore County (Maryland, EEUU). Hace más de 8 años que trabaja en el área de Aprendizaje de Competencias Interculturales, mayormente en educación y programas interculturales, y es miembro fundadora de Sietar Argentina. El amor por la interculturalidad y la aventura la llevaron a mudarse a Auckland, New Zealand (NZ) en Junio 2016 y desde allá nos manda este artículo contándonos sobre NZ.

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Me despierto en mi nuevo departamento de Auckland. Me parece mentira, hace casi tres meses dejé mi departamento de Buenos Aires. Este es más amplio, y está en un complejo de departamentos más chiquito (pasé de un piso 13 a un segundo piso, y de tener cientos de vecinos a tener ocho). No hay muchos edificios altos acá en Auckland salvo en el CBD (como le dicen al centro, Central Business District) que es donde se concentran los edificios altos. Auckland es más bien una ciudad que se distribuye a lo ancho y no tanto a lo alto.

Me preparo para ir al gimnasio y salgo. En estos días que tengo tiempo libre disfruto de mis clases de yoga y pilates por la mañana. También salgo a correr, a veces, cuando el clima lo permite. El invierno aquí es relativamente frío y llueve mucho, se caracteriza por tener las cuatro estaciones en un mismo día. “Tía, te vas a vivir a una isla, no?”, me dijo mi sobrino antes de partir. Y sí: Nueva Zelandia es un conjunto de islas y de ahí viene su nombre. Los primeros que la descubrieron fueron unos navegantes holandeses, entre ellos Albert Tasman, quien primero creyó que había llegado a una de las islas del sur de Argentina. Ellos fueron quienes dejaron su legado al ponerle el nombre de Niew Zeeland o New Sealand porque hay una provincia «Zealand» al sur-oeste de Holanda y es llamado así porque tiene varias islas (sea-land). Para los maoríes, los primeros habitantes de estas tierras, NZ es Aotearoa que significa «tierra de la gran nube blanca», y estoy de acuerdo con ellos: es otro nombre que la caracteriza.

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La silueta de Auckland desde Mt. Wellington y su gran nube blanca. Foto: María Inés Quiroga

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¿Qué hace exactamente un interculturalista?

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Por Marcelo Baudino
@marcebaudino

Aunque ya desde el 2009 trabajo como interculturalista, todavía tengo que explicar qué es lo que hago exactamente. Y es que el campo de la interculturalidad sigue siendo una novedad en América Latina, donde la mayoría de las personas desconocen su aplicación y relevancia para el contexto corporativo, académico y social.

Debo confesar que en mis primeros años de trabajo encontraba bastante difícil explicar “como-para-que-entienda-un-niño” el concepto y el valor de mi profesión. Más tarde descubrí que esta situación no era exclusivamente mía, sino que varios interculturalistas del mundo enfrentaban el mismo desafío. Hace unas semanas, navegando por la web, me encontré con el blog de Christian Höferle, un interculturalista alemán que creó un cómic muy sencillo para explicar qué es el trabajo intercultural:Comic 1Comic 2

Cabe aclarar que la explicación de Christian está programada para ser efectiva en el contexto cultural alemán. Quizás en otras culturas sería importante hacer “ajustes” de la descripción de lo que hace un interculturalista para que el mensaje sea más efectivo. A veces un simple “ayudamos a otras personas a trabajar mejor con otras culturas” podría tener un mayor impacto. En mi caso, luego de pasar varios años facilitando interacciones interculturales entre líderes, profesionales, ejecutivos y empresarios de toda América Latina, he desarrollado la habilidad para transmitir de manera más simple el valor de desarrollar competencias interculturales en las empresas de hoy.

Entonces, para ti: ¿Qué hace exactamente un interculturalista? ¿Te animas a postear tu respuesta abajo?

 

La tolerancia no es suficiente

DIVERSIDADLa intolerancia y la sofisticada ética intercultural

By Milton J. Bennett posted 19/01/2015 / traducción de Alejandra Ferreiro

Recientes eventos en Francia muestran las limitaciones de la tolerancia, y nosotros como interculturalistas podríamos sugerir algunas respuestas más respetuosas y éticas a esta tragedia (Nota del editor: se refiere a los ataques a la revista Charlie Hebdo).

En torno a la tolerancia se da una paradoja: la tolerancia está basada en la idea de que sería mejor no ser diferentes. Ser tolerante equivale a decir “preferiría que fueras como yo”, pero te voy a perdonar magnánimamente por desviarte del standard. A cambio de este regalo preferencial que te hago al tolerarte, solo te pido que en nombre de “la libertad de expresión” no tomes en cuenta ningún abuso verbal que yo pudiera propinarte. Y, adhiriendo a la Regla de Oro, te permitiré, en principio, que me abuses de la misma manera.

La tolerancia no es una condición muy estable. Un desequilibrio en el toma y daca, una injusticia histórica desenterrada, o un leve incremento de la demagogia es suficiente para darle a mucha gente la idea de caer en el prejuicio rampante, en la represalia violenta, e incluso en el genocidio.

Sin embargo, se publicita la tolerancia como la única alternativa a nuestra tendencia a destruir la diferencia. ¿Por qué esta imperfecta estrategia para lidiar con la diferencia tiene a nuestra aspiración tan bajo control?

Porque no sabemos cómo respetar a otros.

Respeto – la idea de que otra gente y sus culturas son tan valorables como las nuestras y que nuestras diferencias son en beneficio mutuo- requiere que hayamos hecho un SALTO EPISTEMOLOGCIO. Requiere que hayamos tomado conocimiento acerca de la existencia de modos alternativos de ser y estar en el mundo que son diferentes de los que nos son propios, y que incluso hasta pueden llegar a ser difíciles de imaginar. En otras palabras: esta comprensión requiere de nosotros que dejemos de funcionar en el modo absolutista y dualista de comprender la realidad y cambiemos a otro más relativista.

La gente se desanima respecto a hacer este cambio porque en el relativismo no hay modo moral de medir: lo que puede ser Bueno en mi realidad puede ser Malo en la tuya, y viceversa. Esto podría no ser verdaderamente un problema si nosotros sostuviéramos nuestra herencia humana de vivir separados en mundos que no interactuaran. Pero no es eso lo que hacemos. La realidad de las sociedades multiculturales -no importa cuán tolerantes seamos- es que las acciones sociales inevitablemente favorecen a unos sobre otros. El problema es que no tomamos estas acciones respetuosamente, sino que justificamos nuestras imposiciones con principios supuestamente universales tales como “derechos humanos” o la “libertad de expresión” (o “la Palabra de Dios”), en otras palabras, cuando nos enfrentamos con la inevitable elección ética, suponemos que no tenemos otra elección que actuar etnocéntricamente.

¿Hay una alternativa viable? Si: Aceptar que lo que tenemos en común como seres humanos es nuestra diversidad. Si aceptamos que cada decisión ética implica un choque de alternativas viables, y que la sofisticada ética intercultural es la habilidad de navegar estas aguas ambiguas respetuosamente.

Estos son algunos de los temas explorados en las investigaciones que apoya el IDRInstitute y los seminarios ofrecidos a través de la IDRacademy.

Entusiasmo por la diversidad

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El jueves tuvo lugar el primer envío de los Talleres por la Diversidad organizados por AFS, Sietar Argentina e Icana. La convocatoria contó con la presencia de estudiantes y profesionales de distintas áreas. Se trabajó sobre las diferencias en la comunicación en los ámbitos corporativos.

Agradecemos a AFS por facilitar este taller, por el cálido agasajo de todos los participantes y los invitamos a inscribirse en el próximo taller que se dictará el jueves 28 de mayo a las 18.30 en ICANA (Maipú 672, CABA).

Más información sobre el taller y el link para inscribirse están aquí http://www.afs.org.ar/novedades/talleres-por-la-diversidad/

Talleres por la diversidad

diversidadafs_sietar_icanaEl 21 de mayo se celebra el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo y AFS, SIETAR ARGENTINA e ICANA te invitan a participar de talleres para reflexionar  sobre la importancia de la inclusión y el respeto por la diversidad. Se trata de dos talleres que abordan el tema desde distintas áreas de aplicación.

El 21 de mayo, en la sede de AFS (Juan D. Perón 328 piso 3, CABA) a las 18.30, los profesionales de la organización dictarán el taller «Cultura y comunicación».

El jueves 28 de mayo, en ICANA (Maipú 672, CABA), también a las 18.30, tendrá lugar el taller «Creando estilos de trabajo inclusivos», a cargo de Shirley Saenz, miembro de SIETAR Argentina.

Todo lo que necesitás saber sobre el taller y el formulario online de inscripción están en este link http://www.afs.org.ar/novedades/talleres-por-la-diversidad/

Más información sobre el Día de Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, en este link http://www.un.org/es/events/culturaldiversityday/.

Informe del estado de la profesión intercultural

La profesión de los interculturalistas se encuentra en franco auge. Esto ya no sorprende. La creciente interconexión de las distintas actividades humanas a nivel global, ha creado la necesidad de contar con profesionales capaces de tender puentes de entendimiento entre culturas diversas. De hecho, el número de servicios interculturales ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años y, aunque América Latina aún esté un paso atrás de otras regiones, cada vez es más común encontrarse con entrenadores, coaches, consultores, webinars, maestrías, diplomados enfocados al desarrollo de competencias interculturales.

Ahora bien, ¿de qué se ocupa la profesión intercultural? ¿Cuáles son sus áreas de aplicación? ¿Cuáles son las credenciales de este grupo de profesionales? Estos son algunos de los interrogantes que se plantearon Susan Salzbrenner, Tanja Schulze y Anja Franz al comenzar a investigar sobre esta profesión. Los resultados y conclusiones de las encuestas que realizaron a 405 interculturalistas de 43 nacionalidades, se plasmaron en un muy completo reporte del estado de la profesión intercultural. Algunas de sus hallazgos más interesantes fueron: Sigue leyendo

Alumbremos nuestro aprendizaje intercultural

Otro mundial acaba de partir. Dentro de un marco deportivo, en este caso, permanentemente se mostraron imágenes de tantas culturas entrelazadas.  La interculturalidad cobro vida plena y se presentó ante nuestros ojos en “vivo y en directo” durante un mes.

Sin embargo, todos sabemos que la interculturalidad no sólo se da cada cuatro años. Muchos la vivimos casi en forma cotidiana de distintas maneras y en distintos escenarios  Hoy en día, son muchas las oportunidades y los contextos que nos brindan la posibilidad de disfrutar de un diálogo intercultural también permanente: ámbitos laborales, educativos, familiares, sociales. Las nuevas tecnologías, además, nos permiten conectarnos globalmente todo el tiempo. Aquellos que contamos con las herramientas tecnológicas necesarias hasta «traspasamos» fronteras sin salir siquiera de nuestros hogares.

Ahora bien,  ¿Estamos realmente preparados para «vivir» el diálogo intercultural? ¿Sabemos “comunicarnos” y “comprendernos” entre culturas o necesitamos formarnos en la interculturalidad?  De ser así, en que momento deberíamos iniciar el proceso de aprendizaje intercultural? Cuándo tendríamos que comenzar a «prepararnos»?

Muchos interrogantes que nos invitan a reflexionar. Las respuestas pueden ser tan amplias como diversas las miradas. Sin embargo,  existe una realidad indiscutible: el hecho de que, en los últimos años, los estudios interculturales han ganado espacio en función de las necesidades de este siglo: profesionales y estudiantes globales, familiares y amigos que se convierten en “ciudadanos del mundo”, …images

El Impacto de  la transculturalidad hace que constantemente exista esa búsqueda de flexibilidad mental, de apertura y de sensibilidad cultural para saber y poder adaptarnos cuando diferentes culturas se dan la mano; para comprender, respetar y valorar la «totalidad” inherente a toda cultura, desde lo «observable» hasta esos otros aspectos que no vemos a simple vista sino que vamos descubriendo a medida que nos adentramos en su iceberg.

Si nos educamos en la interculturalidad, iremos encontrando diferencias y aprendiendo de ellas, las entenderemos mejor y, así, iremos derribando barreras interculturales, desdibujando prejuicios, quitando el “velo anestesiante” a estereotipos e imágenes  cristalizadas y abriendo las puertas a ese diálogo fluido entre culturas que buscamos.

Cuando nos educamos  en la interculturalidad, permitimos que nos enriquezcan y nos enriquecemos, que nos descubran y, a su vez, descubrimos y nos descubrimos  e iluminamos  otras miradas, las que, a su vez, iluminan la nuestra.

Cuando nos educamos en la interculturalidad, ayudamos a tender puentes para lograr un mundo mejor vinculado, con lazos que nos hermanen y, al mismo tiempo, hacemos que nuestro mundo alcance mayor trascendencia y dimensión.

De hecho, a medida que logramos traspasar fronteras interculturales ¿acaso no traspasamos también nuestros propios límites, nuestras propias diversidades y fronteras y vamos reconstruyendo nuestra identidad?

Alumbremos, entonces, nuestro aprendizaje intercultural e iniciemos ese “camino del interculturalista” que nos hará recorrer lugares increíbles, encontrar espacios y personas que nos iluminarán en la diversidad y  puntos de apoyo que nos fortalecerán y harán que contemos con más herramientas cuando se nos presenten el desafío y la aventura de convivir  con diferentes culturas.

No esperemos a otro mundial para iniciar el trayecto de ese camino. Tratemos de darnos la oportunidad de recorrerlo pronto. Nos sorprenderemos a cada paso.

Mariela Kaddour